PTSD (síndrome del estrés post-traumático) y las terapias corporales.

El estrés postraumático afecta a aproximadamente la mitad de los adultos en EE. UU. después de eventos traumáticos como ataques violentos, accidentes o abusos. Incluso sin un diagnóstico de trastorno por estrés postraumático (TEPT), las personas pueden sufrir síntomas a largo plazo como ansiedad, miedo, insomnio y comportamientos autodestructivos.

A pesar de que el tratamiento tradicional para el PTSD implica psicoterapia y medicamentos, estas aproximaciones no abordan la conexión entre la tensión psicológica y física causada por el trauma. Las terapias centradas en el cuerpo están emergiendo como herramientas efectivas en el tratamiento del estrés postraumático.

Aquí, exploraremos cuatro formas clave en las que estas terapias benefician a quienes buscan recuperarse del trauma:

  1. El movimiento aumenta la sensación y reduce la sobre reactividad a sensaciones internas: Las terapias centradas en el cuerpo reconocen la conexión entre la mente y el cuerpo. Estudios muestran que el trauma puede llevar a la desconexión de áreas cerebrales que procesan sensaciones internas, afectando la capacidad de sentir el cuerpo correctamente. El movimiento consciente y suave ayuda a mejorar la conciencia interna y a procesar las sensaciones. Además de aumentar nuestra capacidad de autoperceptión y reconexión con nustro cuerpo.
  2. Devolver a nuestro cuerpo al presente: Tras experimentar trauma, las áreas del cerebro que nos dan una sensación de tiempo pueden desactivarse, dejándonos con la sensación de estar atrapados en los eventos pasados. La conciencia dual, que implica prestar atención tanto a las sensaciones internas como al entorno externo, ayuda a reactivar estas áreas y trae a ls persona afdectada al presente, permitiéndole sentirse seguro en su entorno actual.
  3. Las prácticas enfocadas en el cuerpo recalibran el sistema de detección de amenazas: El cerebro, especialmente la amígdala, juega un papel crucial en la respuesta al estrés. Las terapias enfocadas en el cuerpo, como el yoga, la meditación, la danza y el masaje recalibran el sistema de procesamiento emocional, equilibrando las respuestas racionales y emocionales a situaciones estresantes.
  4. Dando control a los afectados en su proceso de curación: Las terapias centradas en el cuerpo, como EMDR, masajes y yoga, ofrecen a quienes padecen PTSD un mayor control sobre su proceso de sanación. Permiten a los individuos avanzar a su propio ritmo, adaptándose gradualmente a nuevas experiencias internas y sintiendo que tienen el poder de elegir cuándo avanzar.

Si sufres de estrés postraumático, considera explorar terapias centradas en el cuerpo, como yoga, meditación, masajes hoilísticos y ejercicios somáticos. Estas prácticas emergentes ofrecen herramientas que te permiten trabajar a tu propio ritmo, brindándote control sobre tu proceso de curación y recordándote que lo que estás sintiendo no durará para siempre.

Para una comprensión más profunda sobre este tema, se recomienda el libro «The Body Keeps the Score» de Bessel van der Kolk. Ya seas un profesional de la salud o alguien que ha experimentado trauma, el libro proporciona perspectivas valiosas sobre cómo el cuerpo y la mente interactúan en la recuperación del trauma.